
Pues bien, estos diabólicos terminales han ido evolucionando de un modo brutal. La llamada "convergencia tecnológica" (palabro que designa el hecho de que con un único aparatito podemos realizar múltiples funciones) ha invadido de lleno el mundo de la telefonía móvil, hasta el punto de crearnos una serie de necesidades implanteables hace un par de años. Cosas del mercado.
No obstante, sigo con uno de esos móviles antediluvianos que se vendían hace... ¡un año! ¡Cuánto tiempo! ¡Mi móvil es un dinosaurio! No tiene pantalla en color, ni melodías polifónicas, ni cámara de fotos. Por no tener, no tiene ni calculadora. Si no fuese porque paso un poco de las modas, me daría hasta vergüenza sacarlo en público. ¡Pobrecito! Eso sí, lo que es llamar, lo hace de lujo. Y a mí me vale.
La cuestión es que los fabricantes se han dado cuenta de que un gran sector de la población está en mi situación: por unas razones o por otras, no queremos un móvil que saque unas fotos de calidad lamentable, que toque reggaeton en estéreo o que nos permita ver los goles de Eto'o en pantalla panorámica y con Dolby Surround. Queremos un móvil que nos permita llamar y que sea barato. Y ya. Leo en La Huella Digital que Vodafone se ha puesto manos a la obra, y ofrecerá en breve a sus clientes dos modelos de la marca Sagem que, por un precio reducido, nos permitirán disfrutar de las ventajas de la telefonía celular sin tener que pedir un crédito en nuestro banco. Y que, según parece, van a contar con puerto USB, para poder conectar el móvil al ordenador. Simplemente, perfecto. ¡Ole por ellos!
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