Los efectos del rápido deshinchado de la burbuja inmobiliaria no se notan sólo en los bolsillos de los grandes especuladores. También repercuten a pie de calle, como bien sabe mi amiga P. Trata de vender la coqueta buhardilla en la que lleva viviendo unos cuantos años. 63 m² en la madrileña calle Anastasio Aroca, cuya puesta en el mercado no está resultando sencilla. Ahora se ha decidido a contar su experiencia en un blog, al que ha titulado "Vender una buhardilla en tiempos revueltos". Título casi de telenovela para narrar una historia real como la vida misma, en la que espero que haya un final feliz. ¡Mucha suerte!
:: Vender una buhardilla en tiempos revueltossábado, 24 de mayo de 2008
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