17:15 de la tarde del pasado 23 de agosto. Había quedado en La Coruña con una gran amiga a la que hacía tiempo que no veía para tomar algo, cuando al coger el coche veo que por detrás de la casa de mis padres (en donde estoy pasando las vacaciones veraniegas) se levanta una densa columna de humo. No sabíamos lo que pasaba, pero nos lo imaginábamos...
Llamamos al 112. Un operador muy amable nos explicó que la ladera norte del Río Lambre, entre las poblaciones de Ponte do Porco y Lambre, estaba en llamas. Tres focos de gran extensión amenazaban con devorar bosques enteros y, lo que es peor, algunas viviendas aisladas que tuvieron que ser evacuadas. A esa hora lamentaba comunicarnos que ninguno de los tres estaba controlado, y que estaban enviando medios aéreos.
Un hidroavión se pasó trabajando en la zona toda la tarde. Sobre las 20:00 se habría controlado ya uno de los focos, y se trabajaba intensamente sobre el segundo, prácticamente sobre un grupo de viviendas. El tercer foco calcinaba libremente la vegetación de la zona.
23:00. Noche cerrada. Se han retirado ya los medios aéreos, dejando extinguido el primer foco y controlado el segundo. Comienza a trabajarse desde tierra en el tercero. La extensión calcinada es ya más que preocupante.
A la mañana siguiente tan solo unos rescoldos humeantes eran testigos de la devastación. Una basta extensión de bosque gallego había sustituido su verdor habitual por un negro enfermizo. Tan enfermizo como la cabeza del degenerado que le plantó fuego. Tan negro como las ropas de los héroes que lo frenaron. Aquella escena tantas veces repetida en televisión se extiende ahora ante mis ojos, y soy yo ahora el que arde de rabia e indignación. En Galicia ya van 36000 hectáreas...
:: La Huella Digital :: Las mafias del fuego
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4 comentarios:
(En el foro de www.circuloruna.org)
No entiendo lo que está pasando. Los vecinos de los lugares quemados y los propios servicios contraincendios suelen afirmar sin dudar que los incendios son provocados. ¿Quién puede hacer una cosa así? No creo en la existencia del pirómano como patología, es decir, como desequilibrado que siente pasión por quemar bosques. Creo que detrás de esa conducta no puede haber otra cosa que intereses económicos (madereros interesados en adquirir madera a precio más barato, inmobiliarias o particulares interesados en devaluar el precio del suelo para comprarlo más barato o forzar a los propietarios a su venta, etc...).
Hay que analizar los motivos que llevan a los incendiarios a quemar montes e impedir legalmente que se pueda obtener cualquier provecho de ello. Eso junto con el endurecimiento de las penas a estos terroristas y la prevención a través del incentivo a la limpieza y conservación de nuestros bosques (a través de ayudas y subvenciones a los propietarios), serían medidas que contribuirían a evitar un verano tan negro como el que estamos teniendo.
(En el foro de www.circulocoruna.com)
Ante la oleada de incendios al Gobierno central no se le ha ocurrido otra medida que prohibir el fuego. La Xunta ha ampliado esta medida y ha prohibido el lanzamiento de fuegos pirotécnicos en el medio rural así como cualquier aparato aerostático que utilice fuego. Ante un problema como el de los incendios al gobierno los único que se le ocurre son medidas prohibitivas.
Véanse los titulares de La Voz de Galicia hoy:
"La nueva norma prohibe lanzar globos como los de Betanzos y Celanova"
"Las pirotecnias gallegas se ven al borde de la desaparición y estudian movilizaciones"
(En el foro de www.circulocoruna.com)
¡Han prohibido el globo de Betanzos!
(En el foro de www.circulocoruna.com)
Me parece una auténtica barbaridad. No se puede legislar "en caliente".
Leo hoy en la prensa que no sólo los betanceiros están alarmados, sino los fogueteiros y los apicultores. ¿A qué extremos ridículos se está llegando?
Si los montes arden no es por el globo, por los fuegos artificiales o porque un apicultor haga humo para separar las abejas del panal. Los montes arden, como todos sabemos, porque existen intereses urbanísticos, porque se quiere vender la madera, porque un monte se quiere convertir en pastizal y hasta porque los operarios de las cuadrillas que apagan los incendios quieren cobrar horas extras.
No suelo acudir a manifestaciones, pero si alguien convoca en Betanzos una manifestación para protestar por este despropósito, que cuenten conmigo entre los asistentes.
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